A veces es bueno dejarse absorber por el tedio, entrar en su boca húmeda, oscura e inmensa, y dejarse caer. No clavar las uñas, no ofrecer resistencia. Hacerlo rabiar.
A veces es mejor desatornillar los ojos del horizonte y mirarse los pies, porque en el horizonte hay horizonte y nada más. Cosas lejanas, inasibles, y luego más horizonte, es decir, la ilusión del fin, de la llegada. Todo mentira.
A veces me gusta mirarme los pies y prometerles que voy a hacer tal o cual cosa. Me gusta hacer planes. A veces se tratan de cosas importantes, a veces no, pero siempre me hacen un poco más feliz, me divierten, me obsesionan.
A veces adivino que la vida no es gran cosa, sino un inmenso cúmulo (culo) de estupideces, de cosas sin sentido, de líneas que trazamos sin principio ni fin. Casi todo lo inventamos nosotros, porque sí, por capricho, por deseo, por costumbres, y así fabricamos todo y damos vueltas a su alrededor, como calesitas, aunque a mí me gustan más los espirales.
Pero ocurre que otras veces me olvido de todo eso y siento que algo me cincha. Entonces me callo la boca, cierro los ojos y me dejo arrastrar.
A veces es mejor desatornillar los ojos del horizonte y mirarse los pies, porque en el horizonte hay horizonte y nada más. Cosas lejanas, inasibles, y luego más horizonte, es decir, la ilusión del fin, de la llegada. Todo mentira.
A veces me gusta mirarme los pies y prometerles que voy a hacer tal o cual cosa. Me gusta hacer planes. A veces se tratan de cosas importantes, a veces no, pero siempre me hacen un poco más feliz, me divierten, me obsesionan.
A veces adivino que la vida no es gran cosa, sino un inmenso cúmulo (culo) de estupideces, de cosas sin sentido, de líneas que trazamos sin principio ni fin. Casi todo lo inventamos nosotros, porque sí, por capricho, por deseo, por costumbres, y así fabricamos todo y damos vueltas a su alrededor, como calesitas, aunque a mí me gustan más los espirales.
Pero ocurre que otras veces me olvido de todo eso y siento que algo me cincha. Entonces me callo la boca, cierro los ojos y me dejo arrastrar.
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8 comentarios:
Te encontré la razón, es decir, nadie dice que la vida no es una mierda, o un cúmulo de cosas un poco estúpidas. Pero, de alguna forma, siempre existe algo misterioso que te impulsa a seguir. Las cosas raras de la vida; lo principal es justamente "dejarse arrastrar".
Saludos, ligustrino campana!!!.
.::PaLoMa::.
Fabricar un laberinto precisa de saber su solución. Si eres capaz de hacerte un mundito con respuestas correctas (aun inventadas, provisionales, no importa, pero respuestas), para qué quieres más certezs que esas. Yo no puedo. Ni adivina ni gitana, que me lleve el diablo de alguien más porque yo no me he creado ni un cielo ni un infierno, puro purgatorio...
pero los pies siguen siendo más reales que el horizonte...
El gran problema de la vida no es el cúmulo de disparates que parece representar, ni sus incongruencias, ni contadicciones, sino su poderosa inercia.
Hum, ahora entiendo Ligustrino nuestras coincidencias de mañas. Un beso para ti, y para Montevideo. Espero que siga donde mismo la dejé en marzo. No me perderé de estas líneas
es bueno dejarse llevar de vez en cuando por caminos desconocidos. por esos caminos que uno evita andar. es bueno a veces no ofrecer resistencia y permanecer quieto y abierto a aprender mas cosas.
me gusto eso del horizonte, una frase cortita pero de gran calibre.
gracias por visitarme y vendre a leerte, don ligustrino.
besos desde chile!!!!
Paso a saludar... ando con el tiempo contado... bah, después de la invención del reloj todos lo tenemos... pero bueh! Saludos!
No siempre la cuerda es fuerte y el tirón puede ser doloroso. Por eso es mejor hacerse la senda, en un pequeño costadito, y mirar desde ahí al que se esfuerza en tironear. No siempre alcanza su ímpetu para alzar el mundo.
..."de líneas que trazamos sin principio ni fin." Digo yo, otro tipo de horizonte, más intrínseco a la vida, menos visible, menos lejano...
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