miércoles, agosto 17, 2005

tablero tierra

De repente, sin haberlo previsto, llegó el día en que él se aburrió de este mundo y se dio por vencido. Sí. Decidió salirse de su cuerpo, vomitar las bellezas concebidas por él mismo y elevarse hasta fundirse con el cielo. Al llegar, respiró profundamente y allí se quedó, meditando sobre lo que había hecho.

Pasaron las estaciones y él no se movió de su rincón entre las nubes. Estaba quieto, esperando una paz cualquiera que lo aliviara. Pero no podía. Se perturbaba cada vez que entreabría los ojos, miraba hacia abajo y veía a su cuerpo, inútil, torpe, intentando sobrevivir sin él, que estaba en otra parte. Le daba lástima y lo sentía necesario, las dos cosas al mismo tiempo.

Pero llegó el día en que no fue capaz de extrañar una gota más y decidió hacer un nuevo intento. Expulsó de su memoria todos los recuerdos y se acurrucó. Se dejó bañar, esperó a estar bien pequeñito y su piel toda arrugada, y nació otra vez.

Sus primeros años fueron fáciles y sólo bastaba un llanto o extender la mano para tener el mundo entero en su boca. Sonreía, lloraba, y todos parecían entenderle a la perfección. Creció, habló, caminó, pero todo eso le aburrió rápidamente y volvió a alzar la vista al cielo. Al día siguiente de aquel invierno, cuando nadie lo veía, aprovechó la fuerza del tedio y volvió a desligarse de su cuerpo, que ahora no le dolía tanto. Apenas se asomó fuera de sí, el cielo lo absorbió tal como lo había hecho antes.

Pero esta vez ya no pudo esperar tanto y quiso nacer de nuevo, enseguida, sin dejar pasar siquiera una estación, sin meditarlo un segundo. La ausencia lo mortificaba y él extrañaba ansioso. Desesperaba. Y cuando se acurrucó bajo la canilla, todo dispuesto para descender en blanco, lo perturbó un pensamiento. Por más que intentaba no podía llegar en su memoria hasta aquel momento en que decidió lanzarse como rayo al mundo y nacer por primera vez. No podía pero deseaba poder. Le era necesario para decidir si arrepentirse o no, y no podía, pero quería, y no podía, y le era necesario saber para optar. Si no lo veía en un recuerdo, no podría hacerlo, no podría descender en paz. Pensaba, pensaba. Pero no se le ocurría nada. ¿Acaso habría sido su propia decisión la de bajar y convertirse en materia? ¿No habría algún otro ser anterior a él que le hubiera ordenado llevar a cabo ese descenso? Pensaba, pensaba… Nada. No podía llegar al origen, ni mucho menos ver si había, aparte de él, algún otro culpable de su situación. Pensó por última vez. Como no obtuvo respuesta, decidió pensar que sí, que había otro, y se entregó así sin más al olvido.

Y nació.

Cuando recuperó el habla se asombró de la cantidad enorme de cuerpos que pululaban por el mundo. Los veía en mapas y en los anuncios. Ciudades enteras repletas. Edificios, edificios, expediciones a otros planetas, y por más que quiso sentirse orgulloso de todos ellos, no pudo. Veía cómo los que antes habían sido sus cuerpos ahora se mataban unos a otros, se lanzaban como bestias sobre sí y se escupían. Entendía ahora que él no era el responsable de todo eso, o, al menos, eso era lo que quería creer. Le costaba aceptar que por errores de cálculo, por meditaciones rápidas o vacías, ahora el mundo estuviera como estaba. No podía ser él, debía de haber otro, alguien anterior a él, alguien que fuera responsable de todo eso, por favor. Haría un último intento por recordar algo, pero no. En cambio, se arrodilló y elevó una plegaria, en la que ni siquiera él era capaz de creer.

15 comentarios:

Jean Georges dijo...

Él nunca creía. El mundo anárquico que lo rodeaba se ocupaba de sumergirlo de a poco entre mares quietos, de superficie de cemento, dura y fría. Pero él bajaba igual y se mezclaba con ellos, queriendo sentirse uno más pero sin poder evitar el brillo que despedían sus ojos enfurecidos, hirviendo ante la visión de seres inanimados, muertos en medio de una charla sin música.
Y él no perdía la fe, o como se llame. No la perdía. Nada más la apoyaba en un estante o adentro de la heladera, esperando el momento en que ésta sirviera para algo.

GISOFANIA dijo...

no es la memoria lo que atormenta al nacido, sino la conciencia de que que su origen es un olvido absoluto, y ese es el bien que le está vedado: el olvido...

lindos relatos los tuyos. un gustazo.

Explorando dijo...

estar en el mundo es un desafio que se renueva a cada momento. siempre se espera poder culpar a otro para esquivar la responsabilidad.

Anónimo dijo...

pienso luego pienso luego no existo luego me desmayo junto a un tinto luego me paro a mi mismo luego me paren los de al lado luego camino luego me asechan mis propios pasos luego disiento ya no soy el mismo luego me importa luego no siento los manchones de rutina en mis pieles luego me las quito luego las quemo luego me tiro de a loco sin paracaídas ni paravuelos, luego muero luego despierto luego me empedo luegoluego pero siempre siempre siempre acabo llorando como recién nacido.

.::PaLoMa::. dijo...

A todos nos dan ganas de volver a nacer, vivir de nuevo,hacer las cosas distintas. Pero, eventualmente, el mundo y la gente nos consume con su agresión y con una sensación de vacío que hace querer morir a cualquiera.
Hace tiempo que no te comentaba nada, un abrazo y cuidate!
.::PaLoMa::.

Pablofe dijo...

Brillante, asi no mas.
Uf... asi como que somos todos desalmados, como que no como que...fabulos.

Salud

Anónimo dijo...

Me permito no comprender el sentido de tu texto. Aunque creo que esto importa poco, pues el hecho de escribirlo habrá sido suficiente para ti. Me refiero a que el estilo y el tema son distintos a los que acostumbras publicar aquí. Quizá malinterpreté y confundí tu tema con cierto tipo de asuntos que no trago mucho. ¿Hablas de un mesías con conflicto de objetivos? Porque un mesías auténtico, según yo, no cede a vacilaciones y siempre se arroja a contracoriente y contra todos. Según yo. ¿Hablas de un ser iluminado, en el sentido de doctrinas orientales, que logra dominar su esencia y su materia, pero que continúa siendo vulnerable en lo emocional? En fin. Tenía ganas de escribir algo al respecto y lo hice. Basta. Saludos, Ligustrino. Saludos desde el norte.

Ligustrino Campana dijo...

Confieso que yo tampoco alcanzo a comprender la totalidad del texto. Son frases y sentimientos que renacen tras la desesperanza matinal. No sé si se trata de un mesías o de un apostador. Quizá sólo sea otra víctima de la incertidumbre que con su eco se vuelve tan atroz. O un tercer hombre que contempla el humo de plegarias vacías, mariposas endebles que se desarman como papeles carbonizados. Sea lo que sea, es otro más que camina a la inmolación.

galgata dijo...

Un tipo nace muchas veces y entonces sabe que, como todos, es Dios - aunque no sabe en qué nibel... y se pregunta si será culpable de las cosas malas...? Así lo vi un poco yo.
Dígale a ese señor Dios que no hay TANTOS cuerpos pululando en el mundo, hay mucho mayor número de insectos, o de palomas, pero lo olvidamos porque no nos tomamos la molestia de fotografiarlos tanto jajaja

Federico dijo...

Bueno, primera vez que paso por acá. El material es muy bueno por lo que veo, no será la última vez que pase.

Saludos!

Mariana dijo...

Siempre la culpa es de otro...
Le retribuyo la visita, y me quedo un yatito leyendo...
Me dejo mal con la torta de frutilla...
:)

Marian

Hectorchamboli dijo...

hola ¿como llegaste a mi blog? nadie sabia de su existencia, misterio, muy interesante tu blog igual de negro que el mío, te seguiré leyendo

que estés bien chao

.::PaLoMa::. dijo...

Acabo de notar que estoy en tus links..en verdad te lo agradezco, ya eres como visitante recurrente a mi blog, y me alegra mucho. Mmmm, ¿Paloma dixit?. Bue, será. Un abrazo y saludos
.::PaLoMa::.

.::PaLoMa::. dijo...

Hola!, oye en verdad no te preocupes por el link, es que simplemente no entendí el "dixit". Pero me agrada bastante.
Frente a lo de cambiar mi título de blog mmm...tienes razón, es que no he encontrado el nombre apropiado, y temo ser bipolar entonces lo cambio a cada segundo.
Un abrazooo...
.::PaLi::.

galgata dijo...

Recorrigiendo.. quise escribir nivel, no nibel... jijiji.. es que las letritas están una al lado de la otra!
TENÍA que arreglar el chiripazo :p