jueves, agosto 11, 2005

mitad silbido

me interno en la oscuridad
con las manos en los bolsillos
un moisés frío en medio de la noche
el viento rabioso me quita el humo
otra bocanada que no pude sentir
las lentas chispas que vienen de la calle
se entreveran con los relámpagos
de un viejo televisor
el frío se hace frío y se cuela por mi ropa
todos los abrigos no son suficientes
y aunque cierre los ojos
igual
me mezo en los pies, soy celeridad

anclada en medio de cuatro paredes
caen del cielo diez mil gotas densas
estiro la mano y siento el crujir
diez bolsas negras tiritan nerviosas
la parra quieta resiste otro invierno
hace quince años
igual
me absorbe la nube, soy humedad
sobre una alfombra dibujo trompos
burbujas de truenos y de ruidos
me tiñen
de sal

aprieto los ojos y me daña el viento
el leve zumbido se vuelve estertor
aprieto los ojos, aprieto los ojos
daño, viento, zumbido, estertor
ahora más cerca las olas perfectas
abren su boca, enseñándome sus dientes
suben inmensas, mojan mis llantos
me hacen pesado y escribo caer

10 comentarios:

Jean Georges dijo...

A veces empiezo a caer y pienso que voy hacia abajo, en dirección a una superficie de cemento que no hará más que volar mis tripas e ideas por los cuatro confines del mundo. Y en medio de la caída el aire se detiene. Y soy liviano, una pluma, una hoja de fresno. Entonces floto y me dejo llevar, pensando lo bueno de empezar a subir cuando se llega al fondo.


Hey, ya que hablábamos de exposición te invito a pasar por los patios de Ganímedes. Dicen que alguien se colgó en la cruz.

El chico desenfocado dijo...

Sí. Vuelo. No lo había premeditado pero es un acto reflejo cuando el camino desaparece bajo mis pies.
Y creo que nunca me haya sentido mejor que en el momento de tocar tierra. Aunque esté yerma, humeante porque el fuego acaba de lamer su superficie con rabia por no sentirse amado por ella.
Por eso decido ponerme a regarla. Para ver si la vida se ha escondido bajo alguna piedra, en algún brote de ese árbol centenario que me mira con los ojos abiertos de pez. Muerto.

Luciana dijo...

otro mas que vuela?

Luciana dijo...

don ligustrino, con su "Vuelvo en cinco", lo referí en un post. espero me excuse.
me parecio que caía regio en el canasto.
saludos muchos

.::PaLoMa::. dijo...

A pesar de mi nombre, y todo lo que conlleva, trato de volar bastante a menudo, y suelo caerme. Duele bastante.
Debe ser gratificante esto de ver todo desde arriba y confundirse con el viente.
Muy lindo tu post. Un abrazo!!!
.::PaLoMa::.

Pablofe dijo...

No se muy bien que comentar, pero si se que no debia quedarme callado.

galgata dijo...

Al final todos nos conocemos según nuestras propias sensaciones...

Fer dijo...

La maldicion de Icaro aun pesa sobre mi, solo para descrubrir que tambien las nereidas me rechazan... Por ahora es mas segura la tierra... pero por que tambien alli caigo???

Unknown dijo...

Uff... me hizo recordar todas las veces que hubiese querido echarme a volar sin retorno y a favor del viento... y también me hizo recordar lo otro... el querer caer sin fin, eternamente, creyendo que no habían alas ni sueños para echarse a volar...
A veces nos sentimos menos humanos, imitando a los dioses... y a veces somos más dioses, imitando a los humanos...
Aps... linda poesía por lo demás...

Muñeca dijo...

"soy celeridad" son el tipo de palabras que me quedan dando vueltas todo un día, gracias por hacer que me piense...
Te leo...
Saludos...