jueves, agosto 07, 2008

la mujer de los zapatos rojos

como dos gotas de sangre entrando en mi país

sus pies avanzan


hay tanto suspenso en su respiración

hay tanto silencio libre de alquitrán

tanto, tanto ella invitándome a bailar

girar y girar


la mujer de los zapatos rojos

nada te preguntará

las sonrisas son de todos

si te las pide, se las darás


cuántas luces reflejan en el piso azul

o es la chispa sucia del aplauso general

entre tanta gente, rimel y antifaz

señalan con el dedo a este pobre bailarín


ella me envuelve en su pañuelo y besa mi frente

lee un pensamiento que mejor esconder

su lengua es tan jugosa


este aquiles muerto quiere descansar

adueñarse de esa silla olvidada en el rincón

busco en los bolsillos un número, llamar

la puerta de salida al patio de atrás


la mujer de los zapatos rojos

pronto te vendrá a curar

la ambulancia entre los autos

el camino al hospital


por suerte tengo a alguien, ella me cuidará

me dirá cosas hermosas, no me dejará escapar

me dirá todo lo bueno de quedarse acá

y al fin quizá le crea y la nombre mi mujer

1 comentario:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Creo que esta mujer de zapatos rojos anda haciendo estragos en todos los rincones de latinoamérica..habrá nombrarla la mujer...

Buen sitio el tuyo, es placer pasar