jueves, octubre 16, 2008

comillas

Lo que va a continuación es parte de una entrevista a Paul Schrader (entre otras cosas guionista de algunas películas de Scorsese), publicada en la revista web Rouge bajo el título "Pretending that life has no meaning". La entrevista es de setiembre de 2005 y fue hecha por George Kouvaros. La traducción es mía y afuera cae pelusa de los plátanos.


Schrader: La misma cuestión surgió en Patty Hearst (1988) y, hasta cierto punto, con Auto Focus (2002): ¿cómo las llevas a cabo?

Recuerdo una vez haber tenido una conversación con Sydney Pollack. Él hablaba acerca de los directores como yo que entran a su oficina (Mirage Productions) buscando su apoyo para realizar una película. Y dijo: “Estos jóvenes cineastas independientes… Los veo y no noto mucha diferencia entre nosotros. No entiendo realmente en qué sentido son diferentes a mí”. Yo le dije: “Bueno, Sydney, yo he hecho dos películas en las que, desde el mismo momento de empezar a filmarlas, ya sabía que no tendrían ningún éxito económico. Pero en ambos casos creía que eran películas interesantes y que valía la pena el esfuerzo. Ahora, ¿tú harías eso? Pensó por un momento y preguntó: “¿Si supiera que una película no va a lograrlo?”. Le dije que sí, y él dijo: “No, no la haría. Me retiraría al darme cuenta de que va a fracasar”. Yo sabía que Mishima (1985) no tendría buen futuro en lo económico y que Patty Hearst nunca sería un éxito, pero me pareció valioso hacerlas.


Kouvaros: Asumir esa clase de riesgos demanda a su vez gran esfuerzo físico y emocional. Y luego, una vez hecha la película, conseguir un distribuidor…

Schrader: No estoy de acuerdo. Por el contrario, hacer una película de mierda es mucho más agotador. Hablando de esfuerzo, yo no entiendo cómo lo hacen. No entiendo cómo esa gente va y hace la misma película que ya ha visto cien veces y que otros ya han hecho cien veces. Es ir a la fábrica sólo para forjar el mismo objeto que has estado forjando toda tu vida. ¿Cómo haces eso en las artes? Eso me volvería loco. En cambio, salir y decir. “¿Cómo carajo voy a sacar esto adelante?”, eso es lo que te mantiene despierto, eso es lo que te motiva y te hace sentir vivo. Por eso no entiendo cómo los directores lo hacen igual que si fuera un trabajo. Creo que todo debería ser una cuestión de: “No sé si podré sacar esto adelante”. Quizá nos veamos dentro de unos años y te diga: “¿Te acuerdas de aquella película sobre la que dudaba si tendría éxito? Bueno, no lo tuvo, pero fue necesario hacerla para averiguarlo”.