viernes, enero 10, 2014

OVEJAS ELÉCTRICAS | Ser astronauta hoy

martes, septiembre 20, 2011

ser astronauta hoy

qué día es hoy
con qué soñaste anoche
te oí gritar
perdida en un mal sueño

la alarma se dispara
llama una vez más
yo corro y voy
no me verás pasar

las mentiras que tomás
ya no calman este mar
es tanto lo que ocultás

decime algo que duela
hoy puedo aguantar
y bien o mal
no me voy a escapar

cuido y sigo tus pasos
hasta que te vas
hundida bajo el traje
de la gravedad

cuánto tiempo tengo que esperar
quiero llevarte sin preguntar
pero no te puedo tocar

hoy tu cara no se moja
y tu cuerpo no hace sombra bajo el sol

si miro en tus ojos puedo ver
naves volar sin dirección
gritás al vacío, te alejás
no quiero perderte sin hablar

no quiero perderte sin hablar
no es tarde
demos la vuelta hoy

quiero dormir
me confesaste anoche
quedarme acá
y ver la luz del día

lunes, agosto 15, 2011

navidad en cama

dónde estarás hoy
en qué idioma hablarás
hoy que estás lejos te veo mejor

hacia dónde crecí
volcado a la soledad
no encontré mucho y perdí la voz

quién sabe cómo armar 
esta historia 
otra vez

y me olvidé de vos
y me olvidé de otros también
creyendo ser mejor
cerrado bajo mi piel

si no hay excusas voy a inventar
para destrozar, sabés
los muros no son nada
nada en realidad

quién sabe cómo armar esta historia 

otra vez
quién sabe cómo armar esta historia 
otra vez

ramas de un mismo árbol
se alejan sin saber
dónde, dónde, dónde estamos
los que nacimos acá

martes, marzo 22, 2011

sabe alguien dónde estás

cabeceando en la trinchera
otro día se te va
y no hay a quién preguntarle
no hay a quién disparar

tantos ojos en la mira
tantos miedos sin abrir
van matándote en silencio
van cubriéndote de sal

ya no hay explosiones
sólo un gesto de dolor

olvidado en estas tierras
tu enemigo dónde está,
se fue y seguís peleando solo,
con tu rifle de cristal

hoy todo lo que te queda
está tan fuera de vos
en un país que se desarma
y nadie sabe bien quién sos

ya no hay explosiones
sólo un gesto de dolor

tu dinero y las medallas
no te sirven más allá
y no hay quién a reclamarle
no hay nada qué premiar

solo queda una nube
la miseria y el horror
solo queda una nube
creo que la guerra terminó

jueves, diciembre 02, 2010

comillas otra vez me repito qué me importa es imposible dejar de pedir prestado

Aquello que hay en mí, que no soy yo, y que busco.
Aquello que hay en mí, y que a veces pienso que
también soy yo, y no encuentro.
Aquello que aparece porque sí, brilla un instante y luego
se va por años
y años.
Aquello que yo también olvido.
Aquello
próximo al amor, que no es exactamente amor;
que podría confundirse con la libertad,
con la verdad
con la absoluta identidad del ser
-y que no puede, sin embargo, ser contenido en palabras
pensado en conceptos
no puede ser siquiera recordado como es.

Es lo que es, y no es mío, y a veces está en mí
(muy pocas veces); y cuando está,
se acuerda de sí mismo
lo recuerdo y lo pienso y lo conozco.

Es inútil buscarlo; cuanto más se le busca
más remoto parece, más se esconde.
Es preciso olvidarlo por completo,
llegar casi al suicidio
(porque sin ello la vida no vale)
(porque los que no conocieron aquello creen que la vida no vale)
(por eso el mundo rechina cuando gira).

Este es mi mal, y mi razón de ser.

***

He visto a Dios
cruzar por la mirada de una puta
hacerme señas con las antenas de una hormiga
hacerse vino en un racimo de uvas olvidado en la parra
visitarme en un sueño con el aspecto repulsivo de una babosa gigantesca;
he visto a Dios en un rayo de sol que oblicuamente animaba
la tarde;
en el buzo violeta de mi amante después de una tormenta;
en la luz roja de un semáforo
en una abeja que libaba empecinadamente de una florcita
miserable, mustia y pisoteada, en la plaza Congreso;
he visto a Dios incluso en una iglesia.


De "El discurso vacío", de Mario Levrero (1996).